“El problema número uno de este país es el paro, pero pronto será la pobreza”

Andreu Missé es un reputado periodista que actualmente centra su trabajo en la revista Alternativas Económicas, un medio desde el que se explica la economía de manera clara y directa a la ciudadanía.

A lo largo de su trayectoria profesional Missé ha mostrado especial interés por el reportaje social y se ha dedicado sobre todo a la información de asuntos económicos, financieros, fiscales y europeos.

FAECTA: ¿Qué rol social cumple el cooperativismo actualmente en el plano económico?

Andreu Missé: La función social del cooperativismo, en un momento de crisis, aún se revaloriza mucho más, porque el cooperativismo tiene como esencia anteponer valores humanos, valores sociales a los valores del beneficio. Por ejemplo, ahora que tenemos una crisis, como estamos viendo en Mondragón, esas empresas si no fueran cooperativas ya ni existirían. En Mondragón se han estado rebajando lo salarios un 20% y mucho más para salvar el empleo. Prefieren el valor “mantener una empresa con actividad” que el valor beneficio.

Todo tiene una lógica, es una economía mucho más ordenada, mucho más equilibrada. Incluso desde el punto de vista de equilibrio económico, en un momento de crisis es mucho más evidente esa necesidad, esa función social. Una prueba de ello es que las cooperativas han perdido la mitad de empleo que las empresas convencionales, durante la crisis. Tenemos muchos elementos que nos hacen ver que la función social la están cumpliendo. El único problema es que es un sector muy pequeño en España.

F: ¿Por qué ese ataque de los medios con el tema de FAGOR, atacando directamente al modelo cooperativo, si hay tantas empresas capitalistas que han quebrado y no se ha atacado al modelo capitalista?

AM: Primero, por una gran ignorancia de los medios. Ignorancia de no haberse dado cuenta que de ése mismo sector, las empresas convencionales ya fueron barridas por la crisis. Segundo, porque la crisis –básicamente- se da en una empresa que produce unos productos para un sector, el de la construcción, que se ha empequeñecido. Si tú tienes 800.000 casas puedes vender y equipar, teóricamente, 800.000 cocinas y 800.000 neveras. Si ahora se construyen 40.000, 70.000 casas -según las cifras de estos últimos años- pues ahora vas a vender menos. Por tanto, eso es una razón de la crisis.

Los medios no han sabido analizar el tema. Cuando analizas una cosa, primero debes ir a la esencia, a lo fundamental y luego puedes decir que si son cooperativas o no. ¿Y qué pasa? pues que han resistido más, porque si no hubieran cerrado hace tres años. El modelo alternativo ¿qué es? ¿cerrar, despidos o deslocalizaciones? ¡Pues ya me dirás la economía convencional qué alternativa te da!

F: Usted mencionó en la presentación de la revista ‘Alternativas Económicas’, que con el tema de los salarios los trabajadores ya habían hecho su aportación para salir de la crisis ¿Qué se puede hacer ahí?

AM: Uno de los problemas serios que tiene este país es que el consumo está muy deprimido, porque los salarios han bajado mucho. El señor Ford, ya a principios del siglo XX, subió los salarios de sus trabajadores a 5 dólares el día, porque sabía que si sus trabajadores no ganaban dinero, no comprarían coches.

Aquí estamos matando lo que queda de la economía, porque la depresión de los salarios ha sido impresionante. Ninguna persona joven hoy día -que tenga menos de 30 años o incluso más- se puede emancipar, no puede alquilar un piso. Eso quiere decir que nadie va a construir casas, porque no hay bienestar, porque la economía la están matando. Si dijeran ¡vamos a hacerlo al revés! Vamos a hacer que los salarios sean una fuente de inversión. Aquí hemos ganado en productividad llegando a 11 puntos en España en los últimos cinco años; en Inglaterra ha caído un 3%, Alemania un 0,9%, EEUU ha subido un 5,6%…pero en España el doble. Los trabajadores han cumplido su cuota de sacrificios: han bajado los salarios muchísimo, tiene un 4% del país en paro. Hay 4 millones de familias con ningún miembro activo, es decir, ya han cumplido con su cuota de sacrificios. En cambio, vemos que los bancos están alardeando de que han aumentando beneficios, cuando son bancos que se sostienen por la ayuda del BCE y las ayudas que les hemos dado, los contribuyentes de este país, tapando sus agujeros.

F: ¿Cómo se puede romper ese círculo?

AM: De alguna manera se está rompiendo, porque los ciudadanos no han aceptado la estafa de las preferentes con los brazos cruzados. Se han organizado, se han movilizado, han protestado, han ido a los tribunales. Hace un año ese tema era un tema tabú y hoy ya han tenido que reconocer arbitrajes y muchos han cobrado. Es decir, la protesta trae cuenta, la lucha trae cuenta aunque sea muy a largo plazo. La lucha más emblemática que vivimos esos días es la de la defensa por la hipoteca. ¿Por qué? Porque estos señores han hecho la barbaridad más grande hacia una persona por el hecho de que no pueda pagar el alquiler o la hipoteca, porque se ha quedado sin trabajo. ¿En qué cabeza cabe que eso justifique que le eches?

La barbaridad es la siguiente: hay bancos que tienen pisos vacíos, porque han echado a la gente, y no sacan ninguna renta, no pagan los gastos de comunidad. Tienes a la gente desesperada y con unas secuelas terribles para los hijos, para los niños. Se está estudiando ahora esto, los costes sociales, los costes de depresiones de esos niños que no tienen ninguna responsabilidad…además esto no lo hace ningún país de Europa, esa política. Por ejemplo, en algunos países está prohibido hacer desahucios en invierno. Aquí han plantado cara, les han dado la razón los tribunales, les han dado la razón en Europa. Se está retomando la iniciativa y a los bancos no les queda más remedio. Ahora por ejemplo, los afectados por las hipotecas quieren una reunión con el banco malo, ni les reciben. Pero es que ustedes, señores, tienen la obligación de recibirme porque ustedes están organizándose con nuestro dinero, con nuestro dinero están haciendo todo esto. Esto es de una injusticia inmensa.

F: La movilización del 15M ¿Qué resultado ha tenido?

AM: Es muy importante lo que ha sido el 15M. Se critica que si luego se relajó, pero no es cierto. Muchos de los del 15M están en plataformas y siguen ahí. Aquello fue una primera reacción. Demostró lo dormidos que están todos los partidos, incluidos los de la izquierda. Están muy dormidos. Tienen que reaccionar y creo que están reaccionando. Por ejemplo, aquí en Andalucía ha hecho una cosa muy importante -la Junta- que es la Ley de Defensa de la Vivienda, y se les ha echado toda la gente encima, pero lo han defendido. Los gobiernos de derechas en Europa han llegado a un extremismo tan grande, en contra de las medidas sociales básicas, que yo no tengo duda de que se irán consolidando espacios de derechos porque la gente está luchando, no porque nadie ceda ni conceda nada, sino porque la gente está luchando.

F: ¿Se puede gobernar y hacer política en contra de la ciudadanía?

AM: No, estamos viendo que no. Estamos viendo que la ciudadanía se está rebelando, que la ciudadanía no acepta esas cosas y, por tanto, yo creo que estamos viviendo un momento en el que hay una parte muy triste, la de ver la cantidad de desigualdades que da la injusticia; la gente que están sufriendo, como muy importante también es el tema de la pobreza infantil. Hay un estudio reciente de Naciones Unidas, de Unicef hecho entre 2008-2010, que explica que en España hay 2.200.000 niños en situación de pobreza. Los 200.000 son los que han crecido entre 2008 y 2010. Estamos en 2013, la crisis ha sido mucho más dura en 2011, 2012 y 2013. Ya veremos cuando tengamos los datos de 2013. Esto ya lo estamos percibiendo porque todos tenemos amigos…

Hay que airear y divulgar esa información. Los ciudadanos si tienen una información buena podrán tener más claras las cosas. Tenemos que elevar el nivel de exigencia de derechos de usuarios de servicios públicos. No puede ser que a una persona le corten la luz, le corten el agua. Tiene que haber una mayor protección de los ciudadanos de la que existe hoy . Tenemos que plantar barreras en unos mínimos, que los habíamos tenido y que hay que conquistarlos.

F: Para eso es fundamental educar en derechos…

AM: En ese sentido Europa es un referente en derechos para nosotros.

F: ¿Pero nos educan en derechos? Quiero decir, educar en derechos ya desde el sistema educativo no sólo en el aprendizaje como ciudadano o ciudadana.

AM: En el sistema educativo tendría que haber una asignatura base de ‘Cultura financiera’. En muchos países de Europa los ciudadanos, en el colegio, estudian Economía y es imposible que hubiera pasado lo de las preferentes a la escala que ha sido así tan masiva. Porque hubieran dicho:

.- “oiga, yo tengo unos derechos.

.- No mire, usted para demostrar que es una persona capacitada tiene que rellenar este cuestionario… Es un trámite, ponemos todas las “X” y ya está (que es lo que han hecho).

Y en vez de esto hubieran dicho: -¡Oiga no me hagan esto más!

Y también es muy triste que las autoridades no hayan puesto un cartel dentro de los bancos diciendo: ¡Cuidado con esto! Porque no basta con poner en la web de la Comisión (CMNV) o del Banco de España, porque ¿Quién lee y va a entrar ahí?

F: A colación de la idea de que “hay que gestionar el Estado como si fuera la casa”… lo importante, lo básico es comer y la salud¿pero si también están recortando eso?

AM: El Estado en España es más pequeño que la mayoría de los países de Europa. Es más pequeño que el de Inglaterra, donde el peso de los servicios públicos es más importante que aquí. Nuestro sistema de reducción de desigualdades es menos eficiente que la media europea y, básicamente, se basa todo en pensiones contributivas. Si ahora congelamos las pensiones contributivas, que es lo que se va a hacer este año, que es la única herramienta para que los que están abajo puedan ir teniendo unos mínimos seguros, si encima tú rebajas eso pues estás debilitando la única herramienta de reducción de desigualdades. Hay que defender a muerte las pensiones, porque las pensiones son la última red del Estado y después viene la red público-privada como son las ONG´s como Cáritas, Cruz Roja…donde acuden, a pedir comida, personas como tú y como yo porque el perfil ha cambiado.

Hay una gran preocupación por lo que se llama la pobreza invisible. La pobreza invisible es la población infantil, porque no protestan. Esto se ha convertido en un problema en este país, pero no se habla de ello.

F: ¿Hay intencionalidad de resolver estos temas?

AM: Hay una gran irresponsabilidad. No hay intención de resolver esto. Lo que ocurre es que cuando los políticos no ven la posibilidad de resolver un problema, no lo plantean. Por ejemplo dicen:

.- Yo tengo ahora 26% de paro y puedo hacer una campaña diciendo: “voy a las elecciones y decir: mi objetivo es bajar el paro al 20%”.

No se atreven porque saben que es muy difícil y luego les van a estar reprochando porque dijo que lo bajaba al 20%. Pues entonces, ¡quítese de aquí, no se presente! Porque si usted se presenta es porque quiere resolver y arreglar eso.

El problema número uno que tiene este país es el paro, pero pronto va a ser la pobreza. Parece que es una cosa como católica, pero no. Saldrán las cifras. Hay un informe del Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa que da datos, que da unas cifras impresionantes. Estuvo en Sevilla y en Madrid. Vino aquí, visitó colegios y cita casos de pobreza extrema en niños. En Cataluña el sindic de greuges –similar al defensor del pueblo- dijo que había 50.000 niños mal alimentados. Todo el mundo puso el grito en el cielo y al cabo de un mes o dos, la consejera del departamento correspondiente aumentó las dotaciones de becas de comedor. ¡Pues ya valió para eso! Si no hubiera visto el problema, no lo hubiera hecho.

F: ¿Cuál es su reflexión sobre la idea de que antes compartir o cooperar era de pobres, y ahora es de inteligentes?

AM: Hay una compañera que ha citado la existencia de cooperativas de arquitectos, cooperativas de ingenieros, cooperativas de abogados… El cooperativismo ha cambiado en el sentido en que, hoy día, hay muchas ideas que no necesitan capital. Por ejemplo, hoy para hacer un periódico tú necesitas una imprenta. ¡Eso es siglo XIX!. Hoy día tú necesitas gente que sepa escribir, gente que esté informada, gente que trabaje y que tenga una sensibilidad. Los periodistas siempre son gente sensible. Gente que sufra si ve una injusticia, si no para qué te dedicas al periodismo, ¡dedícate a otra cosa! Si tú tienes a esa gente, llamas por teléfono y tienes todas las imprentas del mundo para hacer la revista, y todas las empresas. Tú no necesitas más que gente, para hacer un bufete de abogados, lo mismo para arquitectos, ingenieros civiles…

Yo veo futuro en las cooperativas. Si en España, con sólo que tuviéramos el nivel de cooperativismo que hay en los países que nos rodean, sólo con que llegáramos aquí ya sería un avance.

F: ¿No es España uno de los países que más activismo y potencial tiene en cooperativismo, junto con Italia?

AM: No. Sólo hace falta mirar el peso de las cooperativas en el sistema económico. En Alemania he visto que Roland -el dirigente de cooperativistas en Europa- representa a 50.000 cooperativas y 1.400.000 trabajadores. Esos no están en España, la mayor parte están en Italia, en Alemania, en Austria. En el sector financiero, este señor representan un 20%, un 30% o un 35%, mientras que España estamos en un 6% ó 7%. En España es muy pequeño ese sector, está creciendo, está funcionando. Yo me conformaría con estar a nivel europeo a nivel de cooperativas.

F: ¿Qué políticas tendría que desarrollarse en España para alcanzar ese nivel?

AM: Lo primero que tendría que hacerse es que el Gobierno dijera que los bancos cooperativos no nos han costado un euro y los otros nos han arruinado y, por tanto, voy a ayudarles. Hace falta una acción política desde el gobierno regional y desde el gobierno estatal. Tiene que ayudarse a las cooperativas y a los bancos cooperativos, porque crean estabilidad, te resuelven problemas. Por ejemplo, el Estado ¿qué haces con un parado? Pues si el parado se organiza y esa fábrica que ha cerrado es rescatada por los trabajadores –como así ha sucedido-, pues que se le ayude, que se le facilite a hacer esto de reconvertir la empresa.

Coop57, que es una cooperativa financiera, nace con las indemnizaciones de los despedidos de Bruguera. Cierran Bruguera, que era una editorial, y los despidos al cabo de unos años reciben unas indemnizaciones muy importantes y una parte lo meten en un bote. Con eso han hecho una cooperativa que da créditos a pequeños proyectos, y sabe todo el mundo dónde va el dinero. No tienen morosos (sólo un 2% o 3%) porque miran con lupa a quién dejan el dinero. Es un sistema que el Estado debería apoyar mucho más, con incentivos, pero sobre todo dando un poco la cara por el sector. A veces no es tanto como el dinero como el hecho de hacer un discurso positivo. No se atreven, aunque ahora empiezan. Por ejemplo en Cataluña, según anunció el director General de Cooperativas van a dar ahora 900.000 € para la creación o consolidación de cooperativas. Antes no daban nada.

F: En Francia, que cuenta con un Ministerio de la Economía Social ¿Se nota?

AM: Claro. En Francia es potente todo ese sector porque tiene mucha solidez, tiene mucha estructura. Francia es un país mucho más avanzado que nosotros socialmente, mucho más equilibrado. Hay muchos elementos, por ejemplo: es un país donde la educación es de una altísima calidad y muy potente. Tiene un Estado social muy potente porque es uno de los estados que invierten más en gasto social.

Sigo pensando que nosotros no debemos perder el referente europeo en muchas cosas. Nosotros estamos muy bajos. De la misma manera que un portugués piensa “qué bien está en España” y un griego, pues nosotros pensamos “qué bien están en Francia”. Yo quisiera estar como los alemanes a pesar de los minijobs. Ellos tienen unos sindicatos muy potentes, con unos salarios muy potentes, pero es verdad que han ido creando este tipo de trabajos. Pero los minijobs aquí se han planteado de una manera bastante confusa. No estoy defendiendo los minijobs, pero lo que han hecho es que mucha gente, que estaban en prácticas, los cuenten como empleo. Hay una cosa muy importante en Alemania, que es la filosofía. Ellos tienen obsesión porque la gente esté ocupada, porque esté empleada. Es decir, hacen lo imposible para que una persona no vaya al paro. Yo no estoy de acuerdo con los minijobs, pero lo importante es la filosofía de que la gente esté ocupada, la idea de “les damos una ayuda, ayudamos al empresario para que no despida”.

Aquí, por ejemplo, gastamos 29.000 millones de euros en paro y unos 4.000 en fomento del empleo. Posiblemente, muchos de esos parados que tenemos, si al empresario el Estado le hubiera dado una ayuda no lo hubiera despedido. ¿No tiene mucho más sentido decir: “presente usted un proyecto de investigación o un proyecto de expansión o de nuevas actividades de su empresa y aguante, no despida a sus trabajadores, manténgalos que nosotros pagaremos una parte de eso?. Pagar una parte es mucho más importante que pagar el todo. Ese trabajador se siente útil, no le pagan porque sí. O por ejemplo, te vamos a pagar por una cosa pero vas a tener que aprender otra. Es importante que pensemos que el dinero es público, que el dinero es de los demás, que el resto se va a quedar con menos dinero del Estado para que tú aprendas y vas a tener que cumplir.

F: ¿Qué medidas se están tomando en Francia para promocionar la Economía Social, con el apoyo que tienen del Ministerio Social?

AM: Para empezar ellos tienen mayor presupuesto que nosotros y un Ministerio, que nosotros no tenemos. Pues ya está dicho todo.