En el marco de la Cumbre Internacional de las Cooperativas, celebrada en Quebec, la Organización Internacional de las Cooperativas Industriales y de Servicios (CICOPA),organización presidida por Manuel Mariscal, consejero de FAECTA, mostró que el empleo cooperativo –tanto a tiempo completo como a tiempo parcial- involucra a 250 millones de personas, según los datos de 74 países que representan al 79% de la población mundial.
El estudio “Cooperativas y empleo: un informe mundial” evalúa antecedentes y estadísticas vinculadas al empleo cooperativo y se sustenta, empíricamente, sobre el trabajo de campo realizado en 10 regiones seleccionadas que, por su idiosincrasia, presentan un alto grado de diversidad en términos socioeconómicos: Gauteng (Sudáfrica), Ahmedabad (India), Gangwon (Corea del Sur), Kanagawa (Japón), Santa Fe (Argentina), Paraiba (Brasil), Wisconsin (Estados Unidos), Quebec (Canadá), País Vasco (España) y Emilia-Romaña (Italia).
Las conclusiones del trabajo realizado son un buen augurio para las empresas cooperativas al constituirse como elementos clave para el crecimiento y desarrollo económico de las regiones, máxime cuando los niveles de desempleo alcanzan cifras sin precedentes. El desempleo juvenil representa ya el 12,6% de la tasa mundial, es decir, 73,4 millones de jóvenes en paro en el año 2013, lo que supone un incremento de 3,5 millones con relación al 2007. Además continua el proceso migratorio en busca de oportunidades y asistimos al auge de empleo informal y precario. Frente a este panorama, el cooperativismo apuesta por la creación y mantenimiento de empleo estable priorizando a las personas, y se erige como fórmula empresarial capaz de invertir y paliar la corriente actual.
Los análisis realizados muestran que el empleo cooperativo parece haberse mantenido estable en los últimos años y, además, ha mostrado una fuerte resistencia a la crisis mundial iniciada en 2007. La cifras, aún siendo muestras pequeñas comparativamente, manifiestan un hecho elocuente: las cooperativas de trabajo asociado y las cooperativas sociales han experimentado un aumento del empleo muy significativo. Además, la mayoría del empleo cooperativo está concentrado en el G20, representando el 12% de toda la población ocupada. El grupo del G20 representa el 85% del PIB mundial y el 64% de la población total en el mundo. Este 12% de empleo cooperativo entre los países del G20 adquiere, por tanto, un peso cuantitativo y cualitativo al estar hablando de uno de los problemas y retos que tienen los distintos países: la creación de empleo, sobre todo, entre las mujeres y población joven, sectores donde la brecha es más acuciante. De hecho, un estudio reciente de la OIT sobre ‘Tendencias Mundiales del Empleo de las Mujeres’, muestra que las mujeres sufren mayores tasas de desempleo que los hombres, y esta brecha se amplió durante el período 2008-2012. De los 250 millones de empleos, 26.4 millones trabajan en cooperativas: como empleados (15,6 millones) o socios-trabajadores (10,8 millones). Los restantes 223.6 millones de productores organizan su trabajo de forma conjunta dentro del ámbito de las cooperativas. Bruno Roelants, Secretario General de CICOPA y co-autor de la estudio afirma que “el fenómeno del empleo cooperativo es suficientemente importante, tanto cuantitativa como cualitativamente, para que las políticas públicas hagan un balance de esta experiencia duradera en cuanto a la creación y fortalecimiento del empleo”.
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