El cooperativismo de trabajo alza su voz para denunciar toda forma de violencia que se ejerce sobre las mujeres

FAECTA y AMECOOP-Andalucía han participado en la campaña que ha puesto en marcha COCETA en redes sociales con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional por la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, para poner de manifiesto el rechazo a todas las formas de violencia machista que sufren las mujeres y para esta situación no caiga en el olvido.

 

La vicepresidenta de FAECTA, María del Mar García Torres, y Carmen Perea, presidenta de AMECOOP-Andalucía, han participado en esta iniciativa lanzando mensajes para denunciar la situación de violencia estructural que viven las mujeres y reivindicando medidas y recursos por parte de las administraciones y de la sociedad para erradicarla.

 

El manifiesto conjunto de COCETA “Mujeres cooperativistas. Mujeres Empoderadas” ha contado con toda la red territorial para su elaboración y ha incluído mensajes de empresarias cooperativistas de diferentes ámbitos integradas en las siguientes organizaciones: ACEL, ANEL, ASESCAN, ASATA, COOPERAMA, CLAMCOOP, ESPAZOCOOP, FAECTA, FEVECTA, FCTC, KONFEKOOP, OWEN, UCOMUR, UCETA y UCTAIB. Según se recoge en este comunicado, “para las cooperativas de trabajo la igualdad real entre mujeres y hombres y la lucha contra toda forma de violencia que se ejerce sobre las mujeres es un objetivo irrenunciable, por ello, en coherencia con estos compromisos, el movimiento cooperativo de trabajo de toda España une sus voces para denunciar la situación que sufren las mujeres en todo el mundo y reclama políticas transversales para su erradicación”.

 

Asimismo, las organizaciones integradas en COCETA, entre las que está FAECTA, destacan que “en representación de más de 17.300 empresas cooperativas, alzamos la voz frente a quienes levantan la mano para maltratar o asesinar a una mujer y frente a quienes lo permiten, lo disculpan o lo maquillan”. “Asimismo, denunciamos la violencia estructural que sufren las mujeres en todos los ámbitos de la vida y exigimos el compromiso y la adopción de medidas en el plano individual, social y político para acabar con esta situación” denuncian.

 

En la concreción práctica del día a día, las cooperativas de trabajo ofrecen un desarrollo profesional y personal dignos a quienes las integran, un bienestar que revierte en barrios, municipios y comunidades. Son empresas que propugnan la igualdad dentro y fuera del entorno de trabajo, empresas de personas iguales, con idénticos derechos y obligaciones. Por ello, estas empresas contribuyen a empoderar a las mujeres a través de proyectos laborales y profesionales dignos y estables. Las mujeres cooperativistas, con un trabajo estable y de calidad, tienen más recursos para salir de una situación de violencia de género y desarrollan su faceta profesional en un espacio empresarial que ayuda a amortiguar las situaciones de injusticia que promueve el sistema patriarcal.