El cooperativismo español solicita la presencia en los órganos de concertación social y económica

Las cooperativas han superado la etapa en la que eran consideradas un refugio para los momentos de crisis para constituirse -erigirse- en protagonistas de un modelo económico caracterizado por la estabilidad laboral, el arraigo al territorio y la mejora de la productividad. Las empresas cooperativas son un ejemplo de competitividad, de gestión participativa y democrática, en el que se miran otros modelos empresariales.

 

Por ello que la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado -COCETA-  se ha sumado desde el principio a la propuesta de su socia en País Vasco, KONFEKOOP, para suscribir y lanzar la denominada Declaración de Sevilla, “Empresas cooperativas: un valor necesario para la sociedad”. Y se ha hecho en el marco del Encuentro Mundial del Cooperativismo que concluyó el día 21 de junio en la capital andaluza y que reunió a más de 700 personas, cooperativistas de más de cien países.

 

El documento, que además de KONFEKOOP y COCETA ha sido firmado por HISPACOOP, UECOE, Cooperativas Agroalimentarias, CONCOVI, ACI COOP, COOP Health, CICOPA, Fundación ESPRIU, COOPCAT y CEPES, expone que las cooperativas en España, actualmente 23.907, dan empleo -directo e indirecto- a más de 1.150.000 personas, con más de 1 millón de personas socias agroalimentarias, más de 6,5 millones de personas socias consumidoras, y más de 300 mil alumnos/as de centros cooperativos de enseñanza. Éstas son tan solo algunas de las cifras que arrojan las cooperativas, que actúan en la totalidad de los sectores y verticales de la economía y que suponen el 10 % del PIB.

 

A pesar de su pujanza y de su indudable fortaleza, el sector público, tanto a nivel local, autonómico, como estatal, no ha incluido suficientemente a las cooperativas en el marco institucional y normativo. Tampoco los y las representantes de las organizaciones que representan a las empresas cooperativas participan en igualdad de condiciones, junto a otros actores tradicionales, de los espacios y mesas de diálogo y concertación social.

 

Es por lo expuesto y otras razones detalladas en el documento que las organizaciones, cooperativas y personas que suscriben esta ‘Declaración de Sevilla’ manifiestan y/o solicitan y expresan lo siguiente:

  1. Queremos y debemos asumir nuestra responsabilidad como actores económicos y sociales, y por ello ser partícipes de la gobernabilidad en los espacios donde se deciden las políticas de empleo.

    • Queremos y debemos estar presentes en los espacios de concertación social, esto es: las mesas de diálogo social, tanto estatales como autonómicas y locales; en los consejos económicos y sociales, y en todos los foros donde se debata y trabaje entre gobiernos, empresas y trabajadores y trabajadoras, acerca de las estrategias y planes económicos para el país.

    • Queremos y debemos ser parte de las soluciones a los grandes retos que tenemos en la actualidad como sociedad: desde la transición energética y el cambio climático, a los desafíos tecnológicos y digitales, pasando por la innovación y la consecución de una sociedad más equilibrada, más cohesionada y más socialmente justa. Es decir, seguir construyendo el estado social y democrático de derecho que emana del mandato constitucional.

       

Durante el Encuentro mundial del Cooperativismo, que se ha celebrado en la capital andaluza con el lema ‘Cooperativas: el momento es ahora’, se ha revisado el modelo de la empresa cooperativa y los y las presentes se han posicionado ante los retos que plantea un mundo en crisis. FAECTA, organización integrada en COCETA, ha tenido un papel destacado en el marco de este evento por ser Andalucía la región anfitriona.