La Constitución Española, que conmemora su trigésimo séptimo aniversario, manifiesta con claridad que son los poderes públicos quienes deben amparar y promocionar las empresas cooperativas, estableciendo “los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción”. Así lo recoge el artículo 129.2 perteneciente al título VII de Economía y Hacienda.
Para la Carta Magna de 1978, las cooperativas representan la democracia en el ámbito empresarial. Por eso, resulta de interés social el fomento de las sociedades cooperativas, sea cual sea su objeto social: cooperativas de trabajo, cooperativas de servicios públicos, de impulso empresarial, cooperativas mixtas, de viviendas, de crédito, de consumidores y usuarios, de enseñanza, agrarias, de servicios, etc.
El cooperativismo recrea en su ADN los principios y derechos democráticos recogidos por nuestra Constitución. Para la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas de Trabajo (FAECTA) el apoyo de los poderes públicos debe ser contundente ya que, las cooperativas son sinónimo de equidad, igualdad de oportunidades, gestión responsable y participación en la empresa por trabajadores y trabajadoras teniendo el acceso de los mismos a la propiedad de los medios de producción. Las cooperativas en sí mismas son valedoras del bien común, al aplicar la democracia a la economía: generan y mantienen empleo estable redistribuyendo, de manera equitativa, la riqueza y retornando los beneficios a la comunidad, sobre todo, en su ámbito local. Es por todo esto que la Constitución del 78 ampara la existencia y funcionamiento de las empresas cooperativas, otorgándoles su protección justificada en los intereses públicos o sociales que estas sociedades representan y estimulan.
Para FAECTA la promoción del cooperativismo que deben realizar los poderes públicos pasar por establecer medidas fiscales que favorezcan a estas empresas, abrir una línea específica de crédito y apoyar los procesos de transformación empresarial en cooperativas, entre otras iniciativas.
Andalucía lidera el ranking nacional de cooperativas con 4.059 empresas. La apuesta firme por la creación y preservación de empleo (44.698 puestos de trabajo que tienen las cooperativas) se traduce en haber sabido adaptarse y resistir a las fluctuaciones económicas. La supervivencia de los puestos de trabajo en las cooperativas después de cinco (85,62%), once (62,45%) y quince (49,02%) años, con relación a otras fórmulas jurídicas, evidencia que estamos ante un modelo de hacer economía que apuesta por el capital humano como elemento generador de riqueza, desarrollo y crecimiento económico.
