El Ministerio de Trabajo e Inmigración, a través del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) ha puesto en marcha la articulación del Plan de Formación y Experiencia Profesional para Jóvenes.
Este plan supondrá la puesta en marcha de becas remuneradas de formación para la juventud desempleada con baja cualificación, que también contempla un aprendizaje práctico. Las prácticas estarán remuneradas con 400 euros y tendrá una duración de 6 meses.
La iniciativa surge tras la reunión que celebró en marzo el Gobierno con las principales empresas españolas y con el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en representación del sector. El propósito de esta medida es paliar la difícil situación de los jóvenes españoles cuya tasa de desempleo supera el 40% y favorecer a más de 30.000 jóvenes.
En este encuentro se analizó la evolución de la situación de la economía española en la salida de la crisis, la estabilidad imprescindible del sistema financiero y la necesaria consolidación de las políticas fiscales, así como las reformas que en estos últimos meses se están llevando a cabo e impulsar un compromiso adicional en materia de formación para el empleo, articulado a través de un Plan, en el que colaborarían las grandes empresas.
Por su parte, los sindicatos consideran que la medida no está completamente perfilada y puede ahondar en la precariedad, puesto que en el texto aprobado por el Consejo de Ministros “no queda concretado si van a tener cotizaciones” y tampoco se especifica si cuando finalicen los plazos de la beca las empresas van a contratar a estas personas.
