Mónica Mayo, presidenta de FAECTA en Málaga, y Carmen Sánchez Sierra, delegada territorial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo, Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta de Andalucía en la provincia, visitaron el 8 de junio la cooperativa Algaba de Ronda para conocer la trayectoria de esta empresa, que destaca por ser una de las más importantes de la provincia en el ámbito del sector medioambiental.
Sánchez Sierra ha felicitado al equipo integrante de esta empresa, destacando la doble vertiente de su labor “por un lado, fomentáis el empleo en las mujeres, y por otro, trabajáis muy duro cuidando el bosque mediterráneo, lo que refleja un gran compromiso medioambiental con vuestro entorno”. Además, la delegada de Empleo ha aprovechado esta visita para recordar las ayudas que actualmente pueden solicitar tanto cooperativas como sociedades laborales, como el Programa de Apoyo a la Promoción y Desarrollo de la Economía Social para el Empleo, que proporciona ayudas de entre 3.000 y 10.000 euros para incorporar a desempleados como socios o trabajadores y que cuenta con un presupuesto para Málaga de 311.300 o las ayudas creadas para proyectos de difusión, el fomento del emprendimiento social y la mejora de la competitividad empresarial. El conjunto de estas líneas de ayuda a la economía social, que suponen un presupuesto de 2,2 millones de euros para toda Andalucía, un 22% más que en la anterior convocatoria, tendrán abierto el plazo de solicitud hasta el 31 de agosto para la incorporación de socios y hasta el 17 de junio las restantes.
Por su parte, Mayo ha resaltado la composición de esta cooperativa, en la que las tres socias son mujeres, y ha puntualizado que precisamente una de las señas de identidad de estas empresas es que cuentan con un elevado porcentaje de mujeres en puestos directivos. Asimismo ha apuntado que Málaga es la primera provincia en número de cooperativas creadas, con 144 de las que 132 son cooperativas de trabajo. “El cooperativismo goza de buena salud en Málaga ya que estamos hablando de empresas con bajos costes de constitución, en las que prima el trabajo en equipo, la ausencia de jerarquías y la apuesta por la igualdad de oportunidades” — señala Mónica Mayo —, y añade que “ tras la pandemia estamos viendo que las cooperativas están dando respuesta a las nuevas necesidades sociales y promoviendo el desarrollo local para actuar contra la despoblación de las zonas rurales y favoreciendo la incorporación de los jóvenes al mundo laboral”.
Algaba de Ronda, un modelo de gestión integral de la riqueza local
María Sánchez Elena es la presidenta de la cooperativa Algaba de Ronda, una empresa integrada por 3 personas socias, todas ellas mujeres. Trabajar por la custodia del territorio y generar empleo es lo que define su misión empresarial. Actualmente, y aun en tiempos post covid, trabajan en temporada baja 10 personas, cifra que asciende a 20 en temporada alta, creando empleo mayoritariamente femenino en el ámbito rural.
Este proyecto nació de la mano de FAECTA con la colaboración del CADE de Ronda siendo su constitución en el año 2003. La iniciativa Algaba de Ronda ha definido con éxito un modelo de gestión integral del bosque mediterráneo gracias a la extraordinaria riqueza natural de la finca Algaba y a partir de los valores de la economía ecológica y social. Su labor ha sido premiada a nivel europeo, nacional, provincial y local con importantes distinciones como el premio Europa Nostra, el premio a la Excelencia en Innovación para Mujeres Rurales y el premio Arcoíris al cooperativismo entre otras distinciones. Tras más de 20 años de experiencia, su modelo de emprendimiento se consolida cada día como espacio para la educación, la investigación y la cultura, para el turismo responsable y la producción agroecológica ganadera, que encanta a quienes disfrutan de su amplia gama de productos y servicios.
La Algaba de Ronda también ofrece alojamiento en un cortijo andaluz restaurado con más de 200 años de historia y dotado de toda la infraestructura necesaria para disfrutar del sosiego y la tranquilidad que aporta la vida en el monte mediterráneo.
Algaba de Ronda trabaja en una red de economía social para llevar a cabo la amplia y compleja labor en la gestión integral del patrimonio del mundo rural y comparte junto con dos asociaciones, dos empresas más y varias universidades, el éxito de su trabajo.