AMECOOP-Andalucía ha sido reconocida como mejor proyecto de emprendimiento en cooperativas dirigido a mujeres en la primera edición de los ‘Premios Andalucía a la Economía Social, Premios ANDALUCÍA ES’ que concede la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía. Carmen Perea, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias Cooperativistas, recogió el galardón de manos del Secretario General de Empleo y Trabajo Autónomo, José Agustín González Romo, en la ceremonia de entrega que tuvo lugar el 7 de marzo en Sevilla.
El proyecto premiado, “Emprendimiento cooperativista: autonomía económica y prevención de la violencia de género", se ha desarrollado en todas las provincias andaluzas y con el se ha intentado “sumar esfuerzos para lograr paulatinamente la erradicación de la violencia de género en Andalucía” subrayan desde AMECOOP-Andalucía.
Las acciones se han centrado en ofrecer asesoramiento a iniciativas empresariales de nueva constitución en el marco de la economía social, complementándolas con formación y motivación al emprendimiento para mujeres que son víctimas de violencia de género.
La finalidad de esta iniciativa ha sido el triple empoderamiento de las mujeres, actuando en el plano personal, el económico y el social. En este sentido, las participantes han recibido formación básica de iniciación al emprendimiento bajo la fórmula cooperativa, empezando con un trabajo previo de fortalecimiento de su autoestima y promoviendo el autoempleo como una salida laboral posible. Se trata, en definitiva, de ofrecer alternativas y herramientas para revertir la situación de desempleo, cuestión vital en las mujeres que tratan de salir del círculo de la violencia de género.
Con este proyecto AMECOOP-A ha puesto el acento en la protección de las afectadas por la violencia de género y mujeres en otras situaciones de vulnerabilidad, como son mujeres con discapacidad o víctimas de la trata, facilitando diferentes salidas que impliquen una verdadera recuperación vital en el ámbito económico y social tanto de ellas como de sus hijas e hijos. En este sentido, el 30% de las participantes han puesto en marcha su proyecto de empresa cooperativa, aceptándolo como una herramienta para su empoderamiento económico. Por otro lado, gracias a la labor de intermediación realizada, las empresas que participaron en el proyecto han podido tomar consciencia de la importancia de la inserción laboral de mujeres víctimas de violencia de género, al tiempo que han integrado medidas para la erradicación de la violencia machista como parte de su corresponsabilidad social.