Al igual que la vida de Vicente Ferrer, la cooperativa de trabajo El Roble, dedica su labor a la procura del bienestar que, en este caso, está enfocado a la mejora de la calidad de vida de nuestros mayores y las personas dependientes.
La residencia geriátrica municipal Vicente Ferrer, ubicada en la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos y gestionada por la cooperativa El Roble, representa los valores que defiende a ultranza el enfoque sostenible basado en los principios cooperativos: una empresa socialmente responsable, con rostro humano que contribuye a la construcción de una sociedad más equitativa y justa y que revierte positivamente en la ciudadanía. Desde El Roble se promueve la participación activa en el desarrollo económico y social del municipio y sus habitantes y se actúa en el ámbito local a través de la difusión del modelo cooperativo como alternativa emprendedora.
Desde el comienzo de su actividad, hace más de una década, esta cooperativa asociada a FAECTA ha destacado por la prestación de un servicio de calidad y calidez para sus residentes –en el ámbito asistencial- y la aplicación de la excelencia en su gestión; un compromiso con las personas en situación de dependencia para mejorar su calidad de vida; un compromiso con sus trabajadores, apostando por un plan de igualdad y de empleo estable, así como compromisos de mejora continua en los servicios que ofrece y, también, en materia de medio ambiente.
Sobre esta base de trabajo, avalada por la labor que desarrolla el equipo multidisciplinar de profesionales que forman El Roble, la Consejería de Igualdad ha reconocido a la cooperativa con el galardón al ‘Mejor centro de atención a personas mayores’ -dentro de la III edición de los Premios en el ámbito de las Personas Mayores- celebrada el pasado 28 de octubre en Granada. Este premio, recogido por José Romero, reconoce al centro residencial la calidad y buenas prácticas en la atención a las personas usuarias siendo, a la par, todo un referente en el ámbito geriátrico y de los cuidados.
En la actualidad cuenta con una plantilla de 32 trabajadores que atiende a 48 personas cuya media de edad ronda los 84 años. Se trata pues, de un trabajo desarrollado hacia un colectivo, el de la tercera edad y dependientes, que precisa de unas atenciones constantes donde no se escatimen esfuerzos, recursos, buen trato y calidad humana.
Ubicada en un entorno privilegiado, en la Sierra Norte y Parque Natural, garantiza a sus usuarios poder proporcionales actividades tendentes a favorecer un envejecimiento activo proclive a mejorar su salud y bienestar físico y mental.
Los más de 5.000 metros cuadrados brindan la comodidad y el descanso que precisan nuestros mayores, atendidos en todo momento por psicólogos, fisioterapeutas, trabajadores sociales, auxiliares de clínica y profesionales de la enfermería, prestándoles además todo tiempo de atenciones a través de los múltiples servicios que ofrece la residencia.
Esta labor ha sido avalada por varios galardones como el distintivo a la ‘Mejor Cooperativa Andaluza’–en la XVI edición del Premio Arco Iris al Cooperativismo-, así como la Mención Especial a las Mejores Prácticas de Liderazgo logrado en el V Premio Andaluz a la Excelencia.
Asimismo, la labor de la cooperativa El Roble no se ciñe únicamente a la gestión de la residencia sino que, además, apuesta por la búsqueda constante de alternativas que favorezcan la calidad en los centros geriátricos, organizando jornadas en colaboración con la Junta de Andalucía.
En esa mejora constante, uno de los objetivos de la cooperativa es la de consolidarse como empresa líder en el sector y ser un referente del buen servicio en Andalucía creando, para ello, sinergias y alianzas empresariales –dentro de la comunidad autónoma- que posibiliten la consolidación de sus proyectos de ampliación de servicios en el ámbito de la discapacidad y el sistema educativo.