Para contribuir al fomento y a la promoción de las comunidades energéticas dentro del modelo cooperativo y de economía social, la Escuela de Economía Social, en colaboración con FAECTA y con el apoyo de la Dirección General de Trabajo Autónomo y Economía Social, ha organizado una jornada de trabajo con el fin de ofrecer a diversos colectivos las posibilidades que ofrece esta nueva figura.
En la sesión de trabajo celebrada el día 1 de julio han participado la Agencia Andaluza de la Energía, la Asociación para el Desarrollo del Guadajoz y Campiña Este de Córdoba (ADEGUA), así como representantes de la Comunidad Energética Río Monachil y del Proyecto EKIOLA. Esta jornada ha estado dirigida a las ciudadanía, las entidades locales (especialmente los ayuntamientos), el tejido asociativo y las empresas cooperativas y de la economía social andaluza.
Entre los objetivos de esta iniciativa está implantar un proyecto de intercooperación que analice los diferentes actores del cooperativismo para dar servicios, cobertura y asesoramiento a todas las iniciativas que bajo el concepto de comunidades energéticas estén surgiendo en Andalucía con la finalidad de conducirlos hacia modelos emprendedores colectivos que estén bajo fórmulas cooperativas.
José Ariza, director de la Escuela de Economía Social, considera que “para dar respuesta a la situación de emergencia climática que vivimos son necesarias alternativas viables y efectivas de producción de energía eléctrica renovable y distribuida, que se contrapongan al actual sistema energético, centrado principalmente en el uso de combustibles fósiles y con una producción centralizada poco sostenible”.
Nueva normativa
Según informa la Escuela de Economía Social, en el ámbito europeo se ha avanzado mucho en estrategias para poder posibilitar el uso de energía local y la participación activa de la ciudadanía en la transición energética, y en el plano estatal se ha establecido un marco legal inicial mediante el Real Decreto Ley 15/2018, el Real Decreto 244/2019 y el Real Decreto Ley 23/2020 que habilitan el autoconsumo, la figura de la prosumidora y comienzan a dibujar las comunidades energéticas.
Además a lo largo de este año se espera la total transposición de las Directivas Europeas del llamado Paquete de Invierno, que terminarán de sentar las bases para el desarrollo de las comunidades energéticas en nuestro país.
Estos avances normativos hacen que este sea un momento clave para posicionarse como un agente de generación de conocimiento, difusión e impulso de esta nueva figura del mercado energético que comparte plenamente los principios y valores del cooperativismo. Las comunidades energéticas son grupos de colaboración enfocados a democratizar el acceso a la energía, favorecer la soberanía energética local y reducir los impactos socio ambientales negativos de nuestro actual modelo energético.
