Las cooperativas reorientan su actividad y mantienen el empleo

Las cooperativas de trabajo retoman la actividad y vuelven a abrir sus puertas. Muchas de ellas han apostado por la reorientación de su actividad y están volcadas en la la producción de materiales para prevenir la expansion del virus COVID-19. Este es el caso de la empresa de confección gaditana Sajíes que elabora mascarillas; de la jienense Gumof, especializada en mobiliario de oficina y ahora también en barreras de protección; o de la cooperativa malagueña Aluminios Díaz Zafra  que han puesto a a la venta pantallas de protección enrollables.  Además destaca el el taller de costura de la cooperativa Nara y Huca en Almería, la cooperativa Ambulancias  Barbate, referente en el sector de la atención sociosanitaria, o la jerezana  Konecta Pro que facilita equipos de pulverización para la desinfección de espacios.

Los ejemplos son múltiples. En el caso del sector sociosantitario, las cooperativas continúan en primera línea cuidando a nuestros mayores en las residencias y prestando los servicios de ayuda a domicilio  desde la profesionalidad y con el mayor mimo aún en los momentos más complicados de esta emergencia. Es la seña de identidad de un modelo de empresa que se centra en las personas, sea cual sea la actividad que se realice.

Las cooperativas siguen adelante porque la prioridad es mantener el empleo: son empresas resilientes que miran hacia las personas y huyen de los despidos. Los valores de estas empresas y su modelo de gestión (las personas que trabajan en ellas son además las propietarias) son la clave para conseguir esta capacidad de adaptación. Son empresas fuertes y resistentes. Lo demostraron en 2008 cuando se vio la diferencia con las empresas tradicionales a la hora de afrontar la crisis económica. En ese periodo se puso sobre la mesa que si estas sociedades se hubieran comportado como las cooperativas, el desempleo se hubiera reducido en un millón de personas: es decir, más personas trabajando, En otras palabras, la tasa de despidos en el sector cooperativo fue 10 puntos menor.

El apoyo de FAECTA



Desde el inicio del estado de alarma las cooperativas han tenido más cerca que nunca a FAECTA. Desde la Federación se ha hecho un esfuerzo importante para atender sus demandas, resolver sus dudas y ofrecerles puntualmente información sobre la normativa que se iba publicando. Ahora el acompañamiento continua en la fase de desescalada y la red territorial de FAECTA retoma su actividad presencial para prestar su servicios de apoyo empresarial  tanto a las cooperativas como a las personas emprendedoras.

Las cooperativas son una fórmula cada vez más atractiva para los emprendedores. Son empresas participativas, democráticas e igualitarias en las que se trabaja en equipo y la toma de decisiones se hace conjunta. Para crear una cooperativa de trabajo solo se necesitan dos personas y los costes para su puesta en marcha son reducidos.

 (noticia para Publicaciones del Sur. Viva)