Reconstrucción con enfoque cooperativo

Reconstruir la economía sin dejar atrás a las personas. Es la oportunidad que se abre en medio de esta incertidumbre económica que tantos quebraderos de cabeza nos está dando. Si el Gobierno ha puesto en marcha la Mesa de Reconstrucción para hacer un frente común y diseñar las medidas que se pondran en marcha tras el levantamiento del estado de alarma, yo añadiría a este scenario los valores cooperativos: Mesa de Reconstrucción y Cooperación. Hay que reconstruir con un enfoque cooperativo. Las administraciones públicas tiene que pensar en cómo nos hemos comportado hasta el momento en el plano económico y social y aprovechar para dar un giro que convierta a las personas en el centro de un nuevo modelo económico.

Si en la etapa pre-covid 19 las empresas actuaban de forma más insolidaria, ahora es necesario volcarse en las personas y ser generososo. Todos estamos perdiendo, pero siempre hay quien pierde más teniendo en cuenta la situación de la que cada cual parte. En la crisis de 2008 las cooperativas fuimos capaces de mantener el empleo. Nuestro comportamiento en periodos de incertidumbre económica dista mucho del de las empresas tradicionales: ajustamos y flexibilizamos para frenar la curva de despidos. Así, si en 2008 las empresas se hubieran comportado igual que las cooperativas, se habrían conservado 1 millón de empleos. Este dato no puede pasar por alto. Las administraciones públicas tienen que tomar nota de cómo reaccionan las cooperativas a la emergencia económica y social.

 

La crisis del covid-19 está arrasando el escenario económico y las medidas que se están tomando para amortiguar sus efectos tienen que enfocarse a promocionar a empresas que como las cooperativas priman a las personas por encima de los beneficios económicos. Nuestro modelo funciona así, no es una cuestión estética: en las cooperativas las personas son las propietarias de la empresa y nadie está dispuesto a perder su puesto de trabajo, por ese motivo somos capaces de flexibilizar y adaptarnos. Creo que está claro. Y así de cristalino queremos que lo tengan tanto el Gobierno central como el autonómico. Para que siga siendo así demandamos medidas ajustadas a nuestras necesidades. Entre ellas están el impulso de la contratación pública mediante las reservas de contrato para aquellas empresas cuyas estructuras de dirección o propiedad de la organización que ejecute los contratos públicos se basen en la propiedad de los trabajadores y campañas de difusión para el consumo de productos y servicios en el ámbito local. Además es necesario incentivar el fomento del empleo y mejora de la competitividad en las cooperativas, así como ayudas a fondo perdido por cada puesto de trabajo que se mantenga en una empresa una vez finalizado el Estado de Alarma, durante al menos dos años.

 

Teniendo en cuenta al sector de las cooperativas sociosanitarias, uno de los que está trabajando en primera línea, desde FAECTA también exigimos ayudas para la aplicación de medidas que prevengan la propagación del coronavirus en las organizaciones, (EPIS, señalizaciones, barreras, etc.).  Nuestro compromiso en este sentido es proteger a las personas mayores garantizando la provisión de medios de protección individual que, además, ayuden a prevenir la expansión de la pandemia.

Las cooperativas estamos convencidas de que saldremos de esta emergencia y nuestro compromise es hacerlo en términos saludables tanto en el plano social y económico, pero para conseguirlo necesitamos el respaldo y el apoyo de las instituciones.

 

Artículo publicado Agenda de la Empresa (mayo 2020)