La vida laboral de Teresa Páez está ligada desde el año 1977 al cooperativismo, un ámbito en el que también ha ocupado puestos de representación, primero en FECAE, luego en FAECTA, donde fue la primera vicepresidenta de la Federación, y posteriormente en AMECOOP-A y FEMPES. Páez es una firma defensora de las cooperativas, especialmente en lo que estas empresas representan de cara a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Además señala que el cooperativismo les ha permitido desarrollar un proyecto educativo en su centro, el Colegio Albariza de Jerez, que no hubiera sido posible bajo otra fórmula empresarial.
FAECTA. El Premio Arco Iris es un reconocimiento a su labor de fomento del cooperativismo, ¿qué tiene que ver este galardón con su afán por enseñar y con la labor didáctica que ejerce?
Teresa Páez: Aunque no lo parezca o no se sepa, en la labor docente de mi centro hay mucho de cooperativismo y cooperación: nuestro modelo educativo, el proyecto EME… Pero evidentemente el premio concedido no está ligado a mi vida profesional, que fue la que me impulso a participar en el mundo cooperativo; tiene que ver con los años trabajados en las distintas entidades de la economía social.
F. Teresa, usted ha ocupado diversos puestos de responsabilidad en FAECTA, AMECOOP-A y en FEMPES, ¿cuál ha sido el más gratificante?
TP. También estuve muchos años en FECAE y en ACES. Decir cual ha sido el más gratificante para mí es harto difícil, porque en cada una de las entidades tropecé con gente interesante, proyectos apasionantes y dificultades retadoras. Eso te hace aprender, comprometerte y sentirte útil. Me he sentido especialmente ligada a AMECOOP, porque lo parimos juntas otras compañeras y yo con muchas dificultades, sobre todo por la falta de recursos, que era compensada por la ilusión y la hermandad entre nosotras.
F. Su vinculación al cooperativismo comenzó en 1977 con una cooperativa de servicios y luego con Ágora (Colegio Albariza) en Jerez. ¿Qué destacaría de su trayectoria?
TP. Para mí hay un antes y un después desde que desarrollamos el modelo educativo de mi colegio, centrado en la persona y que por lo tanto a mi persona también le afectaba. También destacaría el crecimiento empresarial en mi cooperativa tanto en lo organizativo como en lo económico y cuando digo esto último, a lo que me estoy refiriendo es de disponer de recursos materiales y humanos para el desarrollo de nuestro proyecto, que hace años no teníamos. Cambiar la dinámica empresarial en su momento a través de los distintos Planes Estratégicos, fue determinante.
F.¿Por qué Ágora es una cooperativa? Es decir, ¿por qué eligieron este modelo?
TP. Porque era la fórmula jurídica que mejor se acomodaba a la forma de pensar de quienes iniciamos hace 26 años el proyecto empresarial. Una cooperativa es una forma progresista de entender la empresa y la economía.
F. ¿Qué le ha aportado a usted el modelo cooperativo?
TP. Sería muy largo de contar todo lo que me ha aportado. Intentaré resumirlo: una forma de entender el trabajo basado en el trabajo en equipo ejerciendo la responsabilidad y la autoridad personal, la ética desde la coherencia entre lo que pienso, digo, siento y hago y la excelencia a través de la mejora continua y el aprendizaje colectivo.
F. Ayúdeme a completar la frase: Ser mujer en una cooperativa es…
TP. Empoderame para sacar todo lo mejor de mí y creer en mi potencial, trabajar por la igualdad, seguir aprendiendo a lo largo de la vida y aprender de los errores
F. ¿Ha practicado y experimentado la sororidad?
TP. Por supuesto. Lo veo requisito indispensable para trabajar la perspectiva de género y trabajar en pro de la igualdad. Es imprescindible apoyarnos entre nosotras, que nos visibilicen cuando nos invisibilizan y que pongamos en valor nuestro trabajo. Por otra parte, las mujeres no debemos hacer “mujerismo” porque no todas nos caen bien, ni son fantásticas, hay que establecer complicidades sin caer en la bondad absoluta.
F. Hablábamos el otro día de las dificultades de las mujeres para desarrollarse en todas las facetas de forma plena. ¿Ha tenido que elegir muchas veces entre lo público y lo privado?
TP. Claro que he tenido que hacerlo. Las bases sociales y económicas para hacer efectiva la conciliación de la vida laboral, familiar y personal no estaban cuando yo lo necesitaba, pero lo tremendo es que ahora tampoco existen.
F. ¿Qué mensaje le gustaría hacer llegar a las nuevas generaciones?
Con los tiempos que corren es complicado lanzarles un mensaje a unas generaciones mejor formadas que las que le precedieron. Pero bueno, voy a ser atrevida: creer en uno mismo/a, creer que algo es posible y trabajar para ello desde el compromiso, el esfuerzo y la constancia. La igualdad como baluarte.
