Con el propósito de desarrollar acciones conjuntas en pro de la inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión, FAECTA y la Fundación Cepaim han formalizado un acuerdo de colaboración.
Luis Miguel Jurado Mancilla, presidente de FAECTA, y Javier Pérez Cepero, Coordinador Autonómico de Fundación Cepaim en Andalucía y Ceuta, han rubricado hoy, 2 de diciembre, un convenio para planificar y ejecutar diversas acciones orientadas a facilitar el acceso pleno a los derechos de ciudadanía de las personas migrantes.
Según ha indicado el presidente de FAECTA, “nuestro objetivo es ofrecer vías de acceso al mercado laboral y formación empresarial en cooperativismo para acercar la fórmula cooperativa a las personas migrantes”. “Ponemos nuestro conocimiento y nuestro saber hacer al servicio de quienes necesiten apoyo para desarrollar cualquier actividad económica en forma de cooperativa de trabajo, un tipo de sociedad que se puede crear con dos personas y que apenas tiene costes de constitución” ha afirmado Jurado.
Por su parte, Javier Pérez ha señalado que “con esta colaboración, seguimos en la apuesta conjunta por incorporar en el sector de la economía social una mejor gestión de la diversidad, como capital humano y cultural, imprescindibles para fortalecernos tanto económica como socialmente”; recalcando así el trabajo que lleva realizando durante más de 25 años la ONG Cepaim a favor de una sociedad inclusiva desde la diversidad que no deje atrás a nadie.
El compromiso adquirido por ambas organizaciones pasa por trabajar de manera coordinada y plantear iniciativas comunes para promocionar el empleo entre las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Esta alianza está enfocada a la unión de voluntades para alcanzar mejoras y beneficios que repercutan en favor de la sociedad en su conjunto.
Las cooperativas son empresas que cuentan con el reconocimiento de diversas instituciones y del Parlamento Europeo por su potencial para facilitar el acceso de las personas a los recursos y mejorar sus condiciones de vida. Se trata de empresas democráticas y participativas que se rigen bajo la máxima de una persona un voto, principio fundamental para el ejercicio de la democracia económica. Este tipo de sociedades se caracteriza por facilitar la redistribución de la riqueza, favorecer la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y promover la cohesión social y territorial. La actual Ley de Cooperativas Andaluza recoge la posibilidad de crear cooperativas con solo 2 personas (antes eran tres), una medida que unida al bajo coste de constitución hace que este tipo de empresas sea cada vez más atractiva para las personas emprendedoras.